La Policía Nacional de Madrid ha detenido recientemente a dos hombres y una mujer acusados cometer hurtos y robos a ancianos por el llamado método de los hurtos cariñosos con el cual lograban distraer a los ancianos y robarles las joyas, el dinero y los objetos de valor.
Ahora que la mayoría de las casas tienen alarmas y sistemas de seguridad, los ladrones se inventan nuevos métodos para robar sin tener que pasar a los domicilios.
La banda estaba perfectamente organizada y su modus operandi consistía en distraer a sus víctimas, captadas entre las personas de avanzada edad, fijándose siempre en las que tenían más de 60 años por considerarlas más vulnerables.
Una vez localizada la víctima, se dirigían a ella con agradecimientos, caricias, besos y abrazos mientras aprovechando la confusión de la persona abrazada, les sustraían todos los objetos de valor.
En las ocasiones en las que las víctimas se percataban de lo que sucedía, los delincuentes pasaban de los besos a la intimidación y la violencia, empujando a los ancianos e incluso tirándolos al suelo, según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid
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